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Por Ágatha Carcass (PandoraC – Morte Súbita Cª.)
Hijo de Heinrich Floris Schopenhauer y Johanna Schopenhauer, en la fecha exacta del 22 de febrero de 1788, en Danzig, uno de los filósofos que más tarde sería considerado, entre todos los de su tiempo, el más pesimista. Y es un hecho innegable que, aún hoy, casi 150 años después de su muerte, este título sigue prevaleciendo.
Filosofía schopenhauriana
Básicamente, en definitiva, una filosofía romántica e irracionalista. Sin miedo, podemos decir que la filosofía schopenhaueriana supuso un gran avance en la difusión del pensamiento filosófico irracionalista en el siglo XIX, alcanzando su apogeo también en el siglo XX. Esta afirmación es ciertamente indiscutible, pues sabemos que no hay otro filósofo que haya destacado más que Arthur Schopenhauer en el irracionalismo hasta el día de hoy.
Ateo como era, a menudo se le cita en comunidades relacionadas con el ateísmo. Esta conexión schopenhaueriana persiste hoy en día, como se puede comprobar, por ejemplo, en el sitio web Ateus.Net.
No es mi intención, como ya ha quedado claro, analizar aquí todo el desarrollo ideológico del schopenhauerismo. Sin embargo, hago hincapié en que leer El mundo como voluntad y representación es muy satisfactorio y debe ser leído por cualquier persona interesada en la filosofía seria.
Vampirismo filosófico
Sin embargo, ¿cuál sería una filosofía seria? Éste es, por tanto, un buen contexto para utilizar fielmente la concepción schopenhaueriana; Por tanto, el estudio de Parerga y Paralipomena nos proporciona una idea para responder a esta pregunta. Usaremos el término genérico de vampirismo filosófico.
El autor enfatiza cierta búsqueda de vampiros con la siguiente máxima: lea sólo a autores que den su propia sangre por sus libros; Los que escriben con toda su dedicación. Y Arthur Schopenhauer es, sin duda, uno de los nombres más indicados para resolver este verdadero vampirismo filosófico.
Vale la pena señalar que el propio Nietzsche llegó a incorporar posteriormente esta idea claramente schopenhaueriana. Y esto incluso lo menciona Morbitvs Vividvs en una biografía nietzscheana. disponible aquí, en MorteSubita.Org.
Estructura literaria
Su Opus Magna es El mundo como voluntad y representación, de 1819 (Originalmente, Die Welt als Wille und Vorstelling); El pilar de todo el legado filosófico que tiene el schopenhauerismo; Aunque su libro Parerga e Paralipomena (Parerga und Paralipomena), de 1851, es el más popular. Junto a estas dos obras ya citadas, otras tres se consideran principales y merecen ser indicadas: Sobre la cuádruple raíz del principio de razón suficiente (1813), Sobre la voluntad de la naturaleza (1836) y Los dos problemas fundamentales de la ética (1841). ).
Dirigido a la obra maestra antes mencionada, el sitio LivrariaCultura.com.br presenta la siguiente sinopsis de la más reciente edición nacional encontrada en el mercado (Unesp): “La edición más completa en portugués del gran clásico de la filosofía alemana, 'El mundo como voluntad y representación', traducida por Jair Barboza. Es imprescindible vislumbrar el horizonte en el que se mueven las llamadas filosofías del impulso con su reflexión sobre lo irracional y lo inconsciente, así como una crítica a este irracional que pasa también por una crítica a la razón. La obra se subdivide en cuatro libros. Dos eligen el tema de la Representación y dos, el tema de la Voluntad, y cada libro toma un punto de vista diferente de consideración”.
Del párrafo anterior ya se puede deducir que se trata de un estudio amplio y que depende de una perspectiva versátil para su resolución.
Vale la pena recordar el tratado titulado inicialmente Erística. No fue completado por el autor, y, sin embargo, a priori, puede verse como un complemento recomendado para los estudiantes schopenhauerianos, o una visión diferente para los aristotélicos, ya que la dialéctica erística de Schopenhauer y Aristóteles (384 a. C. – 322 a. C.) es el foco. En cualquier caso, no puede considerarse obra estructural, incluso por estar inacabada.
Influencias filosóficas
Una gran huella que quedó en el campo de la filosofía alemana después de los aportes de Schopenhauer fue una visión sin precedentes de adhesión al budismo y al hinduismo en la metafísica. No me extenderé sobre estos temas específicos en esta breve biografía, a la que el lector tiene acceso, sin embargo, recomendar su estudio adecuado es un añadido importante.
Platón (428/27 a. C. – 347 a. C.), Hobbes (1588 – 1679) y Goethe (1749 – 1832) influyeron en las ideas de Arthur Schopenhauer; Sin embargo, ninguna de estas influencias se compara con la ejercida por Kant (1724 – 1804), que parece visceral.
Hubo muchos influenciados por el schopenhauerismo posteriormente. Hombres como Nietzsche (1844 – 1800) y Freud (1856 – 1839), muy conocidos actualmente.
Ahora bien, si podemos designar un antónimo relativo para “Schopenhauer”, ese antónimo es, sin lugar a dudas, “Hegel (1770 – 1831)”. Como ya mencioné el humor ácido y perspicaz de mi amigo Thiago (Atonalismo.BlogSpot.Com), la idea hegeliana se parece más a la de un poeta dadaísta. De hecho, esta perspectiva es estrictamente schopenhaueriana.
Vida de Schopenhauer
En vida, Arthur fue, además de filósofo, profesor universitario en la Universidad de Berlín; Un papel en el que no tuvo mucho éxito, ya que precisamente durante este período el pensamiento hegeliano estaba en ascenso en la cadena filosófica en Alemania.
El 21 de septiembre de 1860, a la edad de 72 años, murió víctima de una neumonía uno de los más grandes filósofos alemanes. Sin embargo, su existencia quedó eternizada por el respectivo y rico acervo filosófico heredado por nosotros.
Emblema arquetípico
Por un asiduo schopenhaueriano...
Sí, es cierto que existió un gran hombre así: Paradójicamente, uno que supo aceptar, sin engañarse, su pequeñez; La pequeñez de la humanidad que cree trascender, estructurada en sus mentiras;
Sí, es cierto que existió tal hombre que abrió los ojos a una realidad desnuda y cruda, encendida en lo más profundo del conocimiento humano. Como bien mencionó Lord Byron (1788 – 1824), el árbol del conocimiento no es el mismo árbol que el árbol de la vida. Pocos son los que afrontan los aspectos de esta sentencia;
Sí, es cierto que existió tal ejemplo y modelo personificado de Conocimiento que subordina al estéril Creer;
Se llama Arthur Schopenhauer.
1788 – 1860
