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Alquimia

Resolver y coagular

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Por Zivorad Mihajlovic Slavinki

Desde la antigüedad, los filósofos han intentado comprender los mecanismos subyacentes del orden. Como no tengo la ambición de explicarlo todo, sólo quiero enfatizar un mecanismo omnipresente. Lo encontramos en el desarrollo espiritual, lo encontramos en la psicoterapia y lo encontramos –sí, incluso aquí– en la física cuántica. En física cuántica se trata de la conocida dualidad de onda y partícula (la luz existe como onda y partícula al mismo tiempo, nos lo dice la física moderna). La ola no tiene límites, se extiende por todas partes y no podemos medirla. En el momento en que intentamos medirlo o interactuar con él conscientemente, desaparece de todas partes excepto del punto de observación, es decir, de la medición. En ese momento, se convierte en una partícula con características especiales.

Pero mucho antes de la física cuántica, la alquimia enfatizó su operación más importante: Solve et Coagula. Solve o solutio se refiere a la descomposición de los elementos y coagula se refiere a su unión, en el proceso de transformar el metal común en oro o llegar a la Piedra Filosofal. Pero era un significado literal. De hecho, “resolver” se refería a la disolución de posiciones forzadas, estados negativos de cuerpo y mente, y la disolución y desaparición de cargas de energía negativas. "Coagula" se refería a la coagulación de elementos dispersos en un todo integrado, que representa la nueva síntesis.

Así, en el sentido más general de la palabra Solver significa disolver, dispersar, diluir.

Por tanto, el verdadero significado de estas tres palabras (“Solve et Coagula”) es la fórmula que utilizaron los alquimistas para efectuar esta transformación. Puede describirse como un proceso en el que algo se descompone de sus elementos, produciendo energía que lo obliga a reconstituirse en una forma más pura.

El mismo significado lo encontramos en términos bien conocidos por la ciencia: análisis y síntesis. Primero descomponemos algo en sus partes y luego construimos un todo nuevo, mejor y más aceptable. Durante este proceso, se libera energía.

Incluso en algunos sistemas ocultos particulares encontramos esta comprensión. Por ejemplo, en Thelema Aleister Crowley habla de la dualidad de Nuit y Hadit. Nuit es la “diosa del espacio infinito” (la onda) y Hadit es el punto (la partícula).

¿Qué tiene esto que ver con nuestro trabajo, Tecnología Espiritual, terapia, etc.?

Bueno, no podemos trabajar con una onda, tenemos que transformarla en partícula. No podemos trabajar con algún problema indefinido, por ejemplo, un miedo. Hacemos esto después de observarlo y “medirlo”. Preguntamos a nuestro paciente ¿cuál es el lugar de su miedo? ¿Molde? ¿Dimensión? ¿Edad? ¿Color? Nivel de conciencia, etc. Al hacer esto con algo de miedo, por ejemplo, podemos ver que la onda infinita y informe se transforma en una “partícula” completamente concreta, algo con lo que podemos trabajar.

Preguntar al paciente sobre los detalles del problema es la etapa de coagulación. Después de eso, aplicando un método adecuado, dispersamos libremente su carga energética (solutor) y nuevamente llegamos al final del proceso con la “nueva partícula”, algún estado positivo y deseable.

arelene

Zivorad.

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fuente:

RESOLVER Y COÁGULA.

https://www.labirintostellare.org/tecnología-espiritual-italia/solve-et-coagula/

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Texto adaptado, revisado y enviado por Ícaro Arón Soares.

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