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“Hubo y hay muchas incógnitas en la preparación de la llegada de Jesús. ¿Cómo ocurrió la concepción virginal? ¿Por qué eligieron a ese pueblo y no a otros como base o infraestructura de todo un sistema monoteísta? ¿Cómo fue el nacimiento de Jesús? Ni los evangelios canónicos ni los teólogos aclaran estos hechos con la necesaria transparencia. En esta búsqueda, un día me topé con los llamados Evangelios Apócrifos... A ver qué encontré: Apócrifos: se dice de los libros de la Biblia que, a pesar de estar atribuidos a un autor sagrado, no son aceptados como canónicos. . ¿Qué es exactamente canónico? “Canôn” es el catálogo de Libros Sagrados admitidos por la Iglesia Católica. La pregunta se reduce a lo siguiente: ¿Qué criterios utilizó la Iglesia Católica para decidir si un libro tenía carácter apócrifo o canónico? Como he visto, los teólogos y estudiosos de la Biblia consideran que el asunto es un caso de fe, completamente desprovisto de carácter racional o científico. La Biblia, y por tanto los Libros Canónicos, está inspirada por Dios – afirman las personas más inteligentes. ¿Qué tan inspirado? ¿Inspirado? Si la iglesia misma reconoce el carácter divino de los apócrifos, ¿por qué no los incluye en la Biblia? Y lo que es peor: ¿por qué persiguieron y condenaron a los apócrifos durante siglos? Evidentemente la iglesia tiene sus razones, ya que no todo es color de rosa. Tantos textos sobre Cristo... no es fácil separar el trigo de la paja. Pero… ¿dónde está la prueba de la falta de inspiración divina en los apócrifos? ¿Qué criterios utilizó la Iglesia para definirlos como apócrifos? Veamos algunos ejemplos de los criterios y pautas que siguieron estos papas de la Iglesia para “descalificar” algunos evangelios y “elevar” otros. Ireneo, fallecido hacia el año 200, se expresó así: “El Evangelio es el pilar de la Iglesia, la Iglesia se extiende por todo el mundo, el mundo tiene 4 regiones y, por tanto, debe haber 4 evangelios…” Y también se basó sus preferencias por los Cánones en afirmaciones como éstas: “El Evangelio es el soplo o viento divino de vida para los hombres y, como tenemos 4 vientos cardinales, necesitamos 4 Evangelios…” Uno no puede evitar reírse de tales afirmaciones… Holbach, en El prólogo de su “Historia Crítica de Jesús”, recuerda a quienes lo han olvidado, que fue en el concilio de Nicea, en el año 325 y refrendado en el 363 en el de Laodicea, cuando se produjo la separación de los evangelios canónicos y apócrifos. De los 50 textos existentes, eligieron sólo 4, descartando el resto. Según el autor anónimo de la obra “Libelus Synodicus”, un milagro decidió la selección… Y entrando en el plano anecdótico, ya no consideramos la referencia tan seria… veamos qué dice el autor: “….Impulsado por la fuerza del las oraciones de los obispos, los evangelios inspirados estaban solos en un altar”. Otra versión (más cruda y tan imprudente que llevó a los racionalistas a afirmar que el altar fue colocado artificialmente y con un propósito deliberado) dice que todos los Evangelios, canónicos y apócrifos, fueron colocados sobre el altar, y que los apócrifos cayeron debajo de él.
“(…) Aún tenemos que comprobar muchas cosas – dijo el obispo responsable de las relaciones del Papa con la prensa. – La estancia del Papa será planificada hasta el más mínimo detalle…. – Estas palabras parecen muy lógicas. Si tanto preocupa a la Iglesia española el viaje histórico de su líder supremo en la Tierra a mi país, que no habría ocurrido hace casi dos mil años, en la plenitud de los tiempos, cuando el Padre o la Gran Fuerza decidió que llegara el momento de ¿Tu Hijo aparece en el planeta Tierra? “Creo que colocar a Jesús en la Tierra no fue una tarea tan complicada, pero había que cuidar hasta el más mínimo detalle…” “Y el “plan” recibió luz verde… y un buen día, hace más de 4000 años, estas civilizaciones elegidas o voluntarios (ET) aparecieron con sus vehículos espaciales y extraordinaria tecnología en esta llanura polvorienta que es la Tierra. Los “astronautas” (JJ Benítez se refiere a los Ángeles como “Astronautas de Dios”, o ETs) sin duda conocían el plan de perfección. Su contacto con las autoridades mediadoras o con el estado mayor general de los cielos debe mantenerse casi constantemente. Estoy seguro de que la Tierra pasó por un peine de dientes finos para elegir la región ideal donde algún día nacería el gran “Enviado”. "
“Posiblemente esta tarea de seguimiento quedó en manos de los astronautas. Al fin y al cabo, detectaron a las personas elegidas e iniciaron los primeros contactos. Desde el primer momento, los hombres y mujeres elegidos por los Seres Espaciales confundieron los relucientes y potentes vehículos con su tripulación y viceversa. El “ángel del Señor”, la “gloria de Yahvé”, la “nube de fuego” o la “columna de humo”, descritas textualmente en los evangelios apócrifos, significan lo mismo. Siempre me pregunto por qué el Padre o la Gran Energía o quizás el “bastón” de los cielos eligieron ese momento para la Encarnación de Jesús”.
“Sé que no tengo pruebas definitivas ni absolutas. Nadie los tiene. Pero leyendo y releyendo pasajes del Antiguo y Nuevo Testamento y de los evangelios apócrifos, las descripciones de esos testigos coinciden sorprendentemente con las que recogimos en el siglo XX sobre los ovnis. Esas formidables “luminosidades” reportaron…seres resplandecientes…carros de fuego…nubes de carbón ardiente…ángeles…luces intensas…la estrella que guió a los 3 reyes magos…en resumen, todo tiene un asombroso parecido con las apariciones de los extraterrestres hoy en día. Las coincidencias son abrumadoras. Y repito nuevamente: admitir que los ángeles que aparecen en la Biblia puedan ser seres venidos del espacio no disminuye en modo alguno la grandeza y la divinidad del “plan” de Redención”.
Yendo más allá de Benítez... Si el mismo Jesús fuera un ET de un plano o planeta más avanzado (el propio Espiritismo dice que hay vida en otros mundos y la Tierra es uno de los planetas menos avanzados del cosmos), quién vino a la Tierra cuando la humanidad ha alcanzado un nivel de evolución capaz de entender su mensaje, no veo nada absurdo. Además, aunque existen diferentes interpretaciones, Él mismo dijo: “Mi reino no es de este mundo”.
extractos tomados del libro “Los Astronautas de Yaveh”, de JJ Benítez
