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Recorrer el Camino de la Mano Izquierda es reconocer y aceptar la sed de poder inherente a todo ser humano, en lugar de reprimirla y esconderla en el sótano por vergüenza.
Es querer tomar el control de tu propio destino.
Significa no conformarte con el papel de vasallo que te fue dado, romper el guión y cortar la mano que lo escribió. Y con tu propia sangre, sudor y lágrimas, escribe y cambia la historia.
Es ser activo en lugar de pasivo, interferir en el Universo y al mismo tiempo encontrar el equilibrio de Baphomet.
Es reconocer que el hombre es la única causa de todos los efectos, en lugar de poner la responsabilidad en manos de Dios o del Diablo.
Es preferir la muerte a la esclavitud.
Significa reconocer tu superioridad y no alardear de ella, como un Dios reconoce a otro y las ovejas se inclinan ante los dioses sin que ellos necesiten pronunciar una sola palabra.
Es como un depredador que sabe cómo utilizar el silencio y los rincones oscuros a su favor, mientras los iluminados caminan en la oscuridad. El tonto se rebela contra la ignorancia de los demás, el sabio se aprovecha de ello.
Es arrancarte la venda que te cubre los ojos sin miedo a lo que puedas ver.
Es preferir una verdad amarga a una dulce mentira.
Es trabajar y luchar por el cumplimiento de tus deseos, en lugar de esperar a que otros los cumplan por ti.
Es preferir un minuto de éxtasis a una eternidad aburrida.
Es intentar sacar el máximo provecho de la vida sin miedo a represalias.
Se trata siempre de evaluar las posibles consecuencias de tus acciones pero nunca dejarte llevar por las opiniones ajenas.
Es intentar complacerte a ti mismo primero y no a los demás.
Se trata de cumplir primero tus expectativas y no las de los demás.
Es ignorar lo que los demás puedan pensar de ti tal como ellos ignoran su propia ignorancia.
Se trata de buscar conocerte a ti mismo y al Universo que te rodea.
Es abrir la puerta prohibida sin importarnos los posibles castigos, pues ese es el precio a pagar por el conocimiento desde el Edén.
Se trata de estar dispuesto a pagar ese precio.
No es confundir el coraje con la estupidez, ni la prudencia con la cobardía.
En el Camino de la Izquierda no hay guías ni atajos. Es un camino árido y desierto que serpentea hacia el infinito. No hay mérito en un camino seguido con guías. En un camino sin señales es fácil desviarse del destino. Pero el Sendero de la Mano Izquierda en sí mismo ya es un desvío y, como dije antes, tu destino se basa en él.
Es mejor reinar en el infierno que servir en el paraíso.
Fénix Constante
