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𝗽𝗼𝗿 𝗟𝘂𝗰𝗶𝗮𝗻 𝗕𝗹𝗮𝗰𝗸
Traducción de Cauê de Barros Braga
Texto publicado en la revista 𝗟𝘂𝗰𝗶𝗳𝗲𝗿 𝗟𝘂𝗰𝗶𝗳𝗲𝗿𝗮𝘅 (Vía Sestra Publishing), 7ª edición, 2010 de una época francamente vulgar.
El luciferianismo es una filosofía que experimenta los valores y méritos de los principios dinámicos que rodean las características esenciales de Lucifer. El nombre Lucifer puede traducirse como “portador de luz”, lux = luz y fero = soporte. Lucifer, además, se refiere a Venus como la estrella de la mañana y la tarde. Este es un material extenso que puede proporcionar una referencia histórica a Lucifer. Semejante ensayo fue fraguado para glorificar los principios y la luz luciferina.
Los luciferinos son aquellos que buscan la luz de la sabiduría oculta a través de la encarnación del Portador de la Luz. A través de la experiencia, los luciferinos trabajan para lograr su propia intelectualidad, comprensión e iluminación superior. Como Lucifer es la personificación del conocimiento, representa quien trae luz a la mente de la humanidad, acelerando la evolución intelectual de nuestra especie. A través de él comenzamos nuestra propia evolución a través de la transformación sublime de la sabiduría [personal*] y la naturaleza. El luciferianismo es libertad y evolución intelectual. Un luciferino puede o no aceptar la devoción a Lucifer como un ser espiritual, deidad o dios. El luciferianismo puede ser puramente una filosofía, considerando simbólicamente los principios encarnados en Lucifer como conocimiento, sabiduría y luz. Independientemente de sus creencias personales, todos los luciferinos defienden la individualización intelectual por encima de la conformidad de las masas y, por lo tanto, son libres de elegir qué es mejor para trabajar en su propio ser. El luciferianismo es esencialmente el camino de luz y conocimiento que conduce principalmente a lo que se llama el Yo Superior. Cada Luciferino es un buscador incansable de conocimiento, valiente, con voluntad y silencio protector. El mundo es nuestro laboratorio y la vida es la experiencia. A través del autoconocimiento, el refinamiento interior y el autodominio se logran las mejores experiencias, reflejándonos con el Ser, como un ser despierto interactuando con el entorno.
Lucifer es presentado por el dogma cristiano como el diablo y un hermoso ángel arrojado del cielo a la tierra. Como él es la luz de todo conocimiento, podemos extraer información relevante incluso del cristianismo. Decir que Lucifer cayó del cielo implica que existió como un ser inteligente que vino a la tierra y propagó la iluminación humana. De tal modo que todos somos seres esencialmente celestes, como la tierra es un cuerpo celeste. Para muchos no luciferinos, el diablo representa una connotación negativa, pero para los luciferinos la idea del diablo es una fuerza inherente a todos nosotros, y es una fuente de poder y desarrollo de la personalidad. En este sentido, Lucifer es una fuerza impersonal que se centra en la evolución de la conciencia, que incluye el dominio de todas las emociones involucradas con la maduración...
Lucifer es concebido como el Ángel de la Luz y también como el Príncipe de las Tinieblas. El luciferianismo a menudo se asocia con el satanismo. Si bien es cierto que tienen una conexión mutua, el satanismo y el luciferianismo representan diferentes etapas de desarrollo intelectual que brinda el Autoconocimiento y la Autoconquista. El satanismo es la defensa inicial contra la gentuza conformista, y proporciona libertad intelectual a través del camino de la rebelión. egoísmo y autocomplacencia. Como la mayoría de los satanistas estaban en un camino influenciado negativamente por el cristianismo, buscaron asegurarse una posición entre las fuerzas de la oposición.
Sea como fuere, como desarrollo primordial de la intelectualidad, el satanismo y su carnalidad (instintivo*) no satisfacen el deseo de conocimiento verdadero. Y, por tanto, es posible avanzar en la iniciación mediante el consumo del fruto del conocimiento que se puede adquirir a través de la Iluminación Luciferina; el conocimiento carnal que ilumina la mente y manifiesta el Yo Superior. En este camino es posible alcanzar inicialmente el propio conocimiento intelectual, la autopercepción y otras comprensiones de la realidad del Ser y del mundo. Los placeres carnales pertenecen a una parte del ser humano, y no sería correcto que los luciferinos se privaran a sí mismos o a otros de lo que despierta/excita sus sentidos. El principio del sublime despertar del Yo externo e interno que conduce al autodominio y dominio. Este es el camino del Autodominio que ilumina al Luciferino.
Conocimiento es poder. El conocimiento que ofrece la luz luciferina es el camino que conduce al fructífero descubrimiento del verdadero Ser. Este es un largo camino que continuamente agita el poder personal del individuo como una lívida fuerza consciente; una energía viva que posee el poder de los dioses, para crear y destruir. Es decir, la capacidad de construir, deshacer y recrear de nuevo… mejores sesgos. Los poderes de creación y destrucción se enfocan hacia adentro, mientras son guiados hacia afuera. Este es el Magnus Opus (Gran Obra*), esta es la operación de manifestación, y este es el Arcano (Misterio*) de la Luz. Los Luciferinos están en el mundo, pero no son de él. Son conscientes de su ser, que puede existir más allá de sus limitaciones materiales familiares y socioculturales. Restricciones similares reprimen al individuo e inhiben el desarrollo del Ser. Los sistemas culturales que se crean basándose en una seguridad dudosa y una falsa superioridad albergan debilidades; tales sistemas están amenazados por la individualización y por lo tanto la evitan. Estos están condicionados por sistemas que impiden que las personas descubran su luz personal, inculcándoles el miedo al individuo solitario del mundo. Un luciferino que se da cuenta de su propia exclusión puede caminar solo, pero no se siente solo.
La Luz de Lucifer despierta el Autoconocimiento. Este espectro de luz manifiesta una transformación en la conciencia con la evolución del individuo. Esto hace posible el desarrollo, lento o a raudales; de la misma manera como tentó a Eva, a comer del fruto del conocimiento, floreciendo en ella un entendimiento/revelación que la colocó fuera y por encima del reino animal, que era el Jardín del Edén. De esta manera entró en una realidad superior, que la llevó a un excelente conocimiento. La evolución de la humanidad ha continuado desde estos tiempos, e incluso hoy estamos experimentando otra transformación en la conciencia cuando Lucifer tienta una vez más a la raza humana, proporcionándole altos niveles de conocimiento. Un Luciferino es Ilustración intelectual, la luz del conocimiento que brilla en el origen de cada uno, para todos es la encarnación del conocimiento. Por lo tanto, los Luciferinos no están confinados en sus estudios o prácticas (Universo Cultural*). Para ellos es posible descubrir su verdad personal en múltiples líneas de pensamiento, cosechando el fruto del conocimiento de aquí y de allá, desarrollando un trabajo exclusivo con sus propios sistemas de razonamiento y magia, diseñados para ellos mismos. Un Luciferino entiende que todo conocimiento alcanzado por la humanidad es irrevocablemente la [manifestación de*] la Luz de Lucifer. La Luz de Lucifer está, además, correlacionada con la estrella de plata, la estrella de la mañana y la estrella de la tarde; este es el símbolo del Luciferino en un radiante equilibrio esencial de fuerzas antagónicas. El lucero de la mañana, que es el Planeta Venus, representa las cualidades femeninas alineadas con las cualidades masculinas de Lucifer; el intelecto y la intuición unificados en un ser personificado/ideal. Así como encarna la luz y la oscuridad, también comprende el dominio de los principios masculinos y femeninos. Tu Luz y Conocimiento se irradian como una estrella, un punto estático (neutral*) de luz de conciencia fijado al equilibrio de fuerzas influyentes. Un luciferino hace lo que todos los demás dicen que no pueden hacer.
Caminar protegido, equilibrado entre fuerzas opuestas; experimentando así atributos positivos y negativos de la vida, de esta manera, la experiencia de vida se maximiza potencialmente.
Lucifer es el dios o principio de la luz, el conocimiento y la magia; nos gana conocimiento, nos honra con la incorporación de nuestros altos estándares e ideales. Revela nuestro verdadero ser, depurado de todas las ilusiones y mentiras, creyendo arbitrariamente sin convicciones impuestas, aventurándonos en nuestro propio camino, que sólo puede surgir de él, ya que creemos principalmente en nuestro ser y nos proponemos al autoconocimiento. Sólo mediante la acción mejoramos las oportunidades de nuestras vidas, las de los demás y las del mundo. El luciferino es justo con los justos, respetuoso con los respetuosos, acumula fuerzas en momentos de debilidad y no tolera la debilidad. De todos modos, él no pertenece a los débiles, se mantiene alejado de los extraños que luchan por ellos, porque deben ser eliminados. La debilidad es una limitación, que es un alimento para retrasar la evolución gradual. Es un deber superar a estos seres inferiores, que son débiles, y convertirse en un ser superior, que es la fuerza de nuestra llama primordial de la verdad.
Ésta es la voluntad del Luciferino, descubrir y elevarse por encima de las fortalezas, fortalecerlas refinando las debilidades que inhiben e impiden ascender favorablemente a los altos niveles de manifestación del Ser. El luciferino manifestará su voluntad en la tierra, que eleva su condición humana en este mundo y lo prepara para el próximo.
Todo está en la mente, en todas y cada una de las mentes individuales. La imaginación hace brillar la luz que permite al luciferino entrar en su propio potencial. La voluntad es una llama negra interior, que incandescente al alma para manifestar su Ser (anima*). Esta es la luz oscura que penetra todos los seres vivos, la luz que no es vista por nuestros ojos, sino por uno solo (el tercer ojo*).
A través del camino del estudio y la práctica, de las altas artes del conocimiento, el luciferino participa de la realidad de la materia y la energía; elevar la energía del cuerpo a una luz radiante que es el alma, para alcanzar lo Dorado; brillando como una energía de fuerza de conciencia viviente, convirtiéndose así en Solar. El Cuerpo Solar es la encarnación de una fuente individual de luz, inteligencia y energía, que penetra todas las cosas materiales e inmateriales. Este es el Arcano de la Luz, este es el camino del Luciferino.
La Orden Luciferina, Ordo Luciferi, es un cuerpo dedicado al conocimiento oculto; la Luz y la magia (k) que se incorpora a los principios Luciferinos, favoreciendo la Iluminación Intelectual. Ésta es la ciencia secreta de la soberanía propia, una ciencia y una religión al mismo tiempo. Esta es la eterna evolución de la autoperfección. Este es el camino de la Luz Negra que se incorpora a la entidad solar, del autoconocimiento, de la autodisciplina, de la autobúsqueda, del autodominio, de la autosoberanía y de la autoconquista.
¡Permítanos entonces que primero comprenda la aspiración de la Luz del Ser Superior!
