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La existencia del cristianismo sin Cristo es clara. La existencia del clero, por otra parte, era un requisito bhramico. Predicando a través de parábolas, los sacerdotes eran necesarios para aclarar su significado. Esto justifica el pago con limosnas de los creyentes. Enseñaban religión y aceptaban dinero. Sus tierras y templos ya estaban exentos de impuestos. El sumo sacerdote no se casaba y era adorado como a un dios.
En el budismo, tanto los bonzos como los monasterios son mantenidos por la comunidad y los monjes tampoco se casan. El Dalai Lama es el Vicario de Dios, el sucesor de Fó, siendo Infalible como dice ser el Papa. En los monasterios todos se llaman hermanos.
El clero persa estaba dividido en órdenes jerárquicos y tenía derecho a una décima parte de los ingresos de la comunidad. Los magos persas, al igual que los profetas judíos, eran puros y no trabajaban.
En Egipto, la clase más alta eran los sacerdotes. Eligieron al rey y limitaron su acción. La gente alquiló los terrenos del templo. Sólo el clero enseñaba religión y presidía los sacrificios. El régimen era teocrático y todos debían someterse a las normas eclesiásticas. El sacerdote era el adivino, realizaba oráculos, profecías, hechizos y exorcismos. Afirmó tener poder sobre la naturaleza, por el bien de la humanidad.
Los bhramans buscaban protegerse de los males y las maldiciones. Para ello cultivaban ciertas plantas como el loto y el cáñamo, con las que elaboraban licores como el “amrita”, que tenía virtudes milagrosas. Tenían los mismos métodos de expiación que todavía adopta el cristianismo hoy.
Las mortificaciones hindúes son las mismas que practicaban los cristianos medievales. Algunos creyentes llevaban durante toda su vida enormes collares de hierro, otros pesadas cadenas de hierro. Algunos se marcaron con un hierro al rojo vivo, revitalizando la herida cada día. Muchos ruedan de espaldas hasta Benarés, pagando allí sus promesas. También usan sandalias con uñas finas, que entran por las plantas de los pies.
En Egipto, los sacerdotes de Isis se azotaban en su honor, expiando sus propios pecados y los del pueblo.
Entre los griegos existía el agua lustral para expiaciones y propiciaciones. Los sacerdotes de Dodona se hacían daño a sí mismos y los de Diana practicaban tales cosas en sus cuerpos, que a veces ponían en peligro sus propias vidas.
Los romanos buscaban liberarse de las calamidades públicas ofreciendo sacrificios humanos a sus dioses. Los hindúes se volvieron célibes, pidieron limosna, ayunaron y se aislaron de socializar con otras personas.
En el budismo, se enseñaba a los niños a hacer votos de castidad. El gobierno concedía honores especiales a quienes llegaban castos a los 40 años. En Egipto había monasterios aptos para quienes hacían votos de castidad. Los sacerdotes de Baco, en Grecia, también hicieron tales votos. Los sacerdotes de Cibeles eran castos y castrados. En Roma, las vestales vivían en monasterios, hasta los seis años, y juraban no dejar apagar el fuego sagrado y permanecer vírgenes. Quien rompiera el juramento sería enterrado vivo y su amante sería condenado a muerte.
Los budistas consagraban pan y vino, que representaban el cuerpo y la sangre de Agni, cuando los bonzos rociaban a los creyentes.
Mientras rocían agua lustral, cantan himnos al sol y al Fuego, el “Kirie Eleison” que los católicos copian y cantan o recitan durante la misa. Inicialmente el sacrificio consistía en la inmolación de una persona, que posteriormente era sustituida por la hostia. Al igual que el sacerdote católico, el sacerdote budista también se lava las manos antes de las libaciones. La ceremonia budista es similar a la misa de la Iglesia católica.
Los persas tenían en sus ritos religiosos la Eucaristía, es decir, la misma ofrenda de pan y vino que también aparece en el ritual de la misa, así como el Pater Noster, el Credo y el Confiteor.
En Grecia la gente rezaba por la mañana y por la noche. Los etruscos unían sus manos cuando rezaban. Los persas también practicaban allí la confesión. El ritual del catolicismo tiene mucho de ritual mitraico, así como la vestimenta de los sacerdotes católicos fue copiada de las vestimentas de los sacerdotes de Mitra.
Muchas religiones precristianas ya celebraban la Pascua y la Natividad. Los persas incluso dedicaban un día a los muertos. Y el día que el hijo empezó a recibir instrucción religiosa, hubo una fiesta en casa de sus padres.
Entre los griegos, cada día de la semana estaba dedicado a un dios.
Los hindúes vivían en peregrinación de un templo a otro. Crean la existencia de días buenos y malos, así como hechizos y males. Cada persona estaba dedicada a un ángel que la protegía desde su nacimiento. Bendecían vacas, instrumentos agrícolas y animales domésticos.
La historia del pasado religioso del hombre está llena de vírgenes puras y hermosas, que son las madres de los dioses. María, madre de Jesucristo, es sólo una entre muchas otras. Asimismo, las procesiones son prácticas multimilenarias. Este tipo de adoración es muy antigua. Juno y Diana caminaron sobre zancos durante muchos siglos. Las ciudades siempre se han decorado con el paso de santos y dioses.
Entonces vemos que ni Jesús ni el cristianismo tienen nada original. La veneración de las imágenes es muy anterior al cristianismo. Por otra parte, el judaísmo que los prohibió no fue el primero en adoptar tal actitud. Plutarco decía que los tebanos no los utilizaban, así como Numa Pompilio prohibió a los romanos utilizarlos durante su gobierno. El bautismo era una ceremonia practicada por los antiguos, mucho antes de que se considerara siquiera el nombre de cristiano. Los hindúes lavan al recién nacido en agua lustral, dándole el nombre de genio protector. A los ocho años, el niño aprende a recitar himnos al Dios Sol. La extremaunción también era practicada hace mucho tiempo, antes del cristianismo, por los hindúes.
Copiando detalles de los ritos y cultos de una amplia variedad de sectas, el cristianismo constituyó su propio ritual, todos girando en torno al Dios-Sol, en el que, finalmente, vestían las ropas de Jesucristo.
