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La década de 60 se caracterizó por la rebelión y la liberación de las costumbres en todo el mundo. No ocurrió sólo en partes aisladas del planeta, sino que involucró a casi todo el planeta, poniendo fin al estancamiento de los años victorianos anteriores. La aceptación pasiva de situaciones impuestas por el sistema, ya sea social, político, económico o religioso, encontró su gran dificultad en esta década. Las masas se dieron cuenta de que no eran más que un juguete en manos de una minoría privilegiada. En verdad, esta década representó un hito incomparable en la historia de la humanidad, porque fue una revolución global contra el orden establecido, como nunca antes.
Antes de entrar en la causa del inconformismo en la opinión pública, cabe destacar el hecho de que la educación y la salud son consideradas derechos humanos básicos por la sociedad. Si no hay inversión en estos sectores, la cabeza y el cuerpo de los seres humanos, entre las masas, que no tienen recursos para pagar una escuela y un hospital, quedan completamente abandonados. Es obvio que la ceguera se eliminó mediante un mayor gasto en educación antes y durante esta década, haciendo que todos finalmente se dieran cuenta de lo que realmente estaba sucediendo a su alrededor. El sistema no se dio cuenta del problema que se había creado, pero el mundo entero, representado por su pueblo, se benefició enormemente de la situación.
¿Cuáles fueron las transformaciones que se produjeron en esta década? En el ámbito familiar, entre padres e hijos, surgió una mayor libertad y comprensión. Antes, el hijo tenía que pedir permiso para hablar con su padre, no podía hablar a la hora de comer, le pegaban cuando sacaba una mala nota, etcétera. La relación fue impuesta, autoritaria y unilateral. Las mujeres, desde principios de la década, comenzaron a ocupar el espacio profesional que antes era casi exclusivo de los hombres. Las oficinas y fábricas fueron invadidas por mujeres de clase media. Aquí, en Brasil, la Ley 4121, de 1962, de Nelson Carneiro, eliminó la incapacidad relativa de la mujer casada, que necesitaba la autorización expresa del marido para los actos jurídicos más importantes. Los negros se han ganado su lugar en la sociedad estadounidense. Fueron vistos en manifestaciones por la paz o los derechos civiles junto a estudiantes y hippies. El rock ayudó a consolidar esta posición, con sus letras sobre la libertad, los Beatles con su pelo largo, el Woodstock de Jimi Hendrix con su guitarra distorsionada. Un estilo musical surgido en esta década, propio, gritando en todo el mundo. El gran lema era Está prohibido prohibir.
En 1966, el satanismo surgió como una religión estructurada globalmente, que será el siguiente tema.
En 1968, los estudiantes sacudieron las calles de París, imponiendo demandas al general Charles De Gaulle. El activista trotskista André Breton afirmó Seamos realistas. Exijamos lo imposible. Según algunos, este año fue la culminación de toda la revolución humana en busca de una sociedad libre.
La llegada de la píldora anticonceptiva permitió la liberación del sexo. La gente empezó a ver el sexo no sólo con el propósito de procrear, sino también por placer. En esta década y en los años siguientes se produjo una amplia aceptación del divorcio, la pérdida del carácter sagrado del matrimonio y el respeto a la condición homosexual del ser humano. La psicología apoyó plenamente a todos ellos, con el objetivo de mejorar la calidad de vida.
Brasil inicialmente siguió los acontecimientos mundiales. Sin embargo, las marchas contra el régimen culminaron con la redacción del AI-5, el acto institucional más vil que jamás haya existido, que impone más de una década de gobierno militar, basado en la violencia, la tortura y el asesinato. Una actitud reaccionaria frente a los nuevos avances sociales, que llevó al país a marchar contra la corriente de la historia. No sucedió sólo aquí. En todo el mundo hubo innumerables muertes a favor de nuevas ideas a lo largo de la década.
Mientras tanto, Satanás finalmente derramó su luz sobre el pueblo y puso fin a milenios de oscuridad y silencio. Se enfrentó a la virulencia del sistema corrupto y finalmente se proclamó amo del mundo.
