Satanás en la Biblia

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Estabas en el Edén, el jardín de Dios; te cubriste de toda piedra preciosa: cornalina, topacio, ónice, crisólito, berilo, jaspe, zafiro, granate, esmeralda y oro. En ti fueron hechos tus tambores y tus pífanos; Fueron preparados el día que fuiste creado. Te he puesto con el querubín guardián; estuviste sobre el santo monte de Dios; caminaste entre las piedras de fuego. Perfecto eras en tus caminos desde el día que fuiste creado hasta que se halló en ti iniquidad. (Ezequiel Capítulo 28. Versículos 13-15)

Esta es la única referencia en toda la Biblia sobre la creación de Satanás, que dista mucho de las imágenes populares del diablo. En ninguna parte de las escrituras cristianas se menciona un ser con pezuña y cola; estas imágenes fueron tomadas en su mayoría de antiguos dioses paganos (como el dios griego Pan, por ejemplo). Los cristianos, en su afán por oprimir el culto a estos antiguos dioses, decidieron asociarlos con el diablo, poniendo así fin a los ritos y fiestas en honor a estos seres míticos. Sin embargo, la imagen real de Satanás se ve claramente en los versículos citados anteriormente, es la imagen de un ser sumamente hermoso, y es esta belleza la que llevó a su caída.

Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu resplandor; Te arrojo al suelo; Os he puesto delante de los reyes, para que os miren. … Todos los que te conocen entre los pueblos están asombrados de ti; has llegado a un final horrible y ya no existirás, por los siglos de los siglos. (Ezequiel Capítulo 28. Versículos 17 y 19)

El versículo 19 es una sentencia final a Satanás, pero en ningún momento hay una transformación en su apariencia original. Los pecados de Satanás se pueden resumir en orgullo, vanidad y deseo de usurpar el trono de Dios y ser como él.

Y dijiste en tu corazón: Subiré al cielo; Exaltaré mi trono sobre las estrellas de Dios; y me sentaré en el monte de la congregación, al extremo del norte; Subiré sobre las alturas de las nubes y seré como el Altísimo. Sin embargo, seréis llevados al Seol, a lo más profundo del abismo. (Isaías Capítulo 14. Versículos 13-15)

Satanás decide realizar esta hazaña, pero es derrocado. En ningún momento es enviado al Infierno o algún lugar similar, Seol traducido al griego como Hades, no es más que un lugar de abandono, una tumba o fosa. El diablo no habitará el Infierno como algunos piensan, al contrario continúa en el cielo, hasta que al final de los tiempos sea expulsado del cielo a la Tierra.

Luego hubo una guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles lucharon contra el dragón. Y el dragón y sus ángeles pelearon, pero no prevalecieron, ni se halló su lugar en el cielo. (Apocalipsis Capítulo 12. Versículos
7 y 8)

Aquí queda claro que Satanás no estaba confinado a un lugar de reclusión. Muchos de los ángeles que lo siguieron en su rebelión ya no están.

A los ángeles que no guardaron su principado, sino que abandonaron su propia morada, los ha reservado en prisiones eternas en oscuridad para el juicio del gran día. (Judas versículo 6)

Porque si Dios no perdonó a los ángeles cuando pecaron, sino que los arrojó al infierno y los entregó a las profundidades de las tinieblas, reservándolos para el juicio (Pedro2 Capítulo 2. Versículo 4)

Algunos ángeles caídos fueron fáciles de vencer, pero Satanás y sus principales no lo fueron. Al punto que tuvo que pasar un inmenso lapso de tiempo, hasta que lograron expulsarlo del cielo, otro punto a analizar es el poder de las tropas satánicas.

Entonces me dijo: No temas, Daniel; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte delante de tu Dios, tus palabras han sido oídas, y a causa de tus palabras yo he venido. Pero el príncipe del reino de Persia me resistió veintiún días; y he aquí, Miguel, uno de los primeros príncipes, vino en ayuda de mí, y lo dejé allí con los reyes de Persia. (Daniel Capítulo 10. Versículos 12 y 13)

Las fuerzas demoníacas tienen categorías: Principados, Potestades, Gobernadores y tropas espirituales del mal en los reinos celestiales (ver Efesios Capítulo 6. Versículo 12), un principado del mal opuesto al mensajero de Dios que llevaría el mensaje a Daniel, veintiún días de dura Los combates y la presencia del arcángel guerrero por excelencia: Miguel, eran necesarios para poder derrotar a un simple principado de las tinieblas. Satanás, sin lugar a dudas, es mucho más poderoso que Miguel, hasta generar cierto miedo en el arcángel:

Pero cuando el arcángel Miguel, discutiendo con el diablo, disputaba por el cuerpo de Moisés, éste no se atrevió a pronunciar maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda (Judas versículo 9).

“No se atrevió”, hay que tener en cuenta que el papel inicial que ocupó Satanás en el reino de los cielos fue el de custodiar el trono del creador. Satanás es un querubín, un ángel de rango mucho mayor que un arcángel, según la Biblia sólo hay un ser superior a Satanás: Dios.

Esto nos lleva a pensar lo siguiente: ¿Un ser tan astuto como Satanás se enfrentaría a otro que seguramente lo derrotaría fácilmente, sin posibilidades de victoria?

Yo creo que no, si el diablo se rebeló contra Dios y un gran número de ángeles siguieron su causa es porque sabían que el tirano no es invencible, sabían que la batalla no sería fácil, pero acogieron con agrado la posibilidad de la victoria. Las escrituras muestran que la lucha no es del todo desigual, sin embargo hay que analizar que son parciales, pero no lo suficiente como para ocultar las huellas de las luchas angelicales.

¿Por qué los ángeles no quisieron seguir el lado de Dios? Querían independencia, por eso muchos de ellos preferían cárceles eternas antes que permanecer esclavos de un Dios absolutista e intransigente, además sabían que Dios nunca los perdonaría como aparece en los versículos mencionados anteriormente. (Pero el hombre debe perdonar a sus enemigos y ponerles la otra mejilla para que le abofeteen).

El Dios tiránico y cruel de la Biblia no admite que haya nadie fuera de su dominio:

“El que no está conmigo, está contra mí” (Mateo Capítulo 12. Versículo 30)

Entonces, si no lo seguimos, inmediatamente nos convertimos en sus enemigos. Ofrece perdón y amor con una mano, mientras que con la otra ofrece fuego y prisión eterna a quienes no se humillan ante él. ¿Qué alternativa tendríamos si todas las fábulas de la Biblia fueran reales? La opción divina está a la vista y no nos da una alternativa de convivencia pacífica ante las diferencias, o lo sigo o soy su enemigo. Esperemos derrotar al tirano más grande y sanguinario de toda la historia, así como a su raza sacerdotal culpable del Holocausto y la explotación de la humanidad durante siglos.

Bono

A continuación sigue un extra al texto original, también con fines educativos. A continuación se recopilan todos los pasajes bíblicos que hoy en día terminaron relacionados con el Diablo y sus innumerables nombres.

Por Apóstata traducido por Angelus Veneficus